El campo argentino genera una cuarta parte del empleo privado del país, el 10% del PBI interno, más de la mitad de las exportaciones de bienes, el 10% de la recaudación directa de la AFIP, y así podríamos seguir enumerando, pero lo más importante es que genera el arraigo de la población a su lugar de origen, genera las siempre invocadas y tan poco promovidas “economías regionales”, hace circular la sangre por las profundas arterias de nuestro territorio.

El campo todo lo devuelve al país, sean cual fueren las circunstancias siempre vuelve a apostar por la producción. Después de la brutal sequía, se produjo una cosecha record; después de más de una década de desguace de la ganadería en tan sólo 4 años, se recompuso el stock ganadero y empezó una revolución exportadora de carne; después de la postergación y las trabas históricas, se exportaron limones o cerezas a destinos impensados hace pocos años. Y podríamos seguir, pero es solo un puñado de ejemplos para demostrar que lo que el campo necesita son incentivos y no palos en la rueda. Que esos incentivos no significan subsidios, sino bajar la presión impositiva en impuestos retrógrados e injustos como son las Retenciones a las Exportaciones (Derechos de Exportación) o Impuestos encubiertos en Tasas Provinciales y Municipales.

El campo demostró de manera inmediata y palmaria que la recaudación por impuestos a las ganancias y otros beneficios compensa e incluso es mayor a los DEX cuando a una cadena de producción, como por ejemplo la de maíz, se la deja desarrollarse, generando además más inversión y empleo genuino que es único camino posible para disminuir el desempleo.

El campo no puede ser elegido como “enemigo” para que el gobierno de Fernández genere falsas antinomias entre “Ricos y Pobres”. Esa falsa grieta sólo se justifica por quienes tienen una lógica arcaica y perimida en el mundo en la que el capital y el trabajo no son complementarios y fortalece sectores que buscan ocultar sus perversos fines de generar ejércitos de pobres solventados con dádivas entregadas a cambio de perpetuarse en el poder para usufructuarlo a su antojo.

El campo es el motor de nuestros municipios, de nuestra provincia, es por ello que el PRO de córdoba se expresa una vez más al lado de las familias agropecuarias, de las mujeres y hombres que con el sudor de su frente han hecho grande estas tierras y que sólo deben doblar su espalda para trabajar la tierra y no para someterse ante ningún gobierno.

El PRO de Córdoba manifiesta su enérgico rechazo al aumento de Retenciones a las Exportaciones de productos agro ganaderos porque;

Atenta directamente contra el interior del país,

Lleva al desguace de las economías regionales,

Vuelve a desfinanciar y poner a los gobiernos provinciales y municipales de rodillas ante el gobierno nacional,

Significa una transferencia injusta de recursos del interior productivo del país a un conurbano cada vez más inviable y, fundamentalmente,

No es una solución definitiva a los problemas económicos de la Argentina sino que es un nuevo salto atrás que nos aleja de los países exitosos del mundo.

Darío G. Capitani
Pte. de la Junta Ejecutiva y Legislador Provincial

Julián Chasco
Pte. de la Asamblea de Delegados

Laura Rodriguez Machado
Senadora Nacional

Soher El Sukaria
Diputada Nacional

Adriana Ruarte
Diputada Nacional

Héctor Baldassi
Diputado Nacional

Gabriel Frizza
Diputado Nacional

Silvia Paleo
Legisladora Provincial

Alberto Ambrosio
Legislador Provincial

Raúl Recalde
Legislador Provincial

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